Seguramente en el tercero discurrirá por ésas dos vías argumentales: la cotidiana (con la más que probable formación de un triangulo familiar no al uso) y la de la contienda histórica entre humanos y Robots- Dioses. Los robots, por el contrario, continúan siendo ‘rupestres’. Ya no resulta tan brusco, pero sí continúa en cierta medida su ‘aceleración’.Įn fin, una entrega con un desarrollo más pulido y congruente, que resalta el entorno y reflexiones y sentimientos de los personajes por encima de la acción y simple batalla fácil.Īdemás, el dibujo está mejor acabado, es más refinado. Igualmente, me sigue pareciendo un manga ‘raro’.tiene un qué dadaísta, pero su segundo número es más ‘coherente’ y consecuente en todos los aspectos.
Ésta le acareará consecuencias dramáticas a altos niveles, de toma de decisiones vitales.Ĭomo se deja entrever, por mis palabras, aquí se introduce algo de dimensión dramática y más fondo en el elenco de personajes a parte de profundización. Veremos el día a día de Shinji, cohabitando con Misato y su peculiar mascota (un pingüino de penacho amarillo tragón y ladronzuelo), las consecuencias sociales de los combates, además de la vuelta a la rutina escolar y militar del joven predestinado a llevar los Eva todo ello derivando en otra batalla con un Ángel. A diferencia de su apertura, se rompe en su primer tercio con esa sinergia de acción algo compulsiva y a la carrera. Un segundo volumen con mejoras (por que había margen, obviamente).
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